lunes, 26 de octubre de 2009

Una guerra en el lugar equivocado


Se está gestando un cambio significativo en la política antidroga de los Estados Unidos para el que Colombia no está preparada. El gobierno Obama, comprometido con un diagnóstico realista del problema, está cerca de declarar la pandemia y reconocer que dos de las cuatro sustancias ilícitas de las que más se abusa (marihuana y anfetaminas) se producen y consumen en los propios Estados Unidos y que la estrategia doméstica ha producido inesperados efectos en el mercado: el número de adictos a las drogas de prescripción médica crece hoy más rápido que el de los adictos a sustancias ilícitas, con un impacto similar en la salud pública.
Estados Unidos es el productor de todas las drogas de prescripción altamente adictivas (analgésico, sedante, tranquilizante, antidepresivo y estimulante) que, según las cifras oficiales, el 20 por ciento de la población usa regularmente por razones no terapéuticas. Según el National Institute of Health, casi 7 millones de norteamericanos son adictos a las drogas de prescripción, un número que supera al de los adictos a la cocaína, la heroína, los alucinógenos, el éxtasis y los inhalantes juntos.
Las otras dos sustancias ilícitas de alto consumo (cocaína y heroína) han justificado la apertura de los dos grandes frentes externos de la guerra contra las drogas (Colombia y Afganistán) con resultados muy poco satisfactorios.
Un balance muy realista de los resultados en el frente andino tuvo lugar en la audiencia citada por el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, con el propósito de evaluar la política antidrogas en las Américas, el pasado 15 de octubre. Una de las revelaciones más sorprendentes tiene que ver con las cifras. De acuerdo con la posición del gobierno de los Estados Unidos contenida en el Informe de la Estrategia Internacional de Control de Narcóticos 2009, discutido durante la audiencia, Colombia siembra hoy casi tantas hectáreas de coca como en el 2001 (169.800 entonces vs. 167.000 hoy) y la tendencia continúa en aumento.
La divergencia en las cifras oficiales y los resultados de la guerra contra las drogas es, políticamente, insostenible y adquiere una relevancia extraordinaria a la luz de la ampliación de esa cooperación que se vería expresada en la presencia de tropas norteamericanas en bases militares colombianas. Nunca mas útil un debate sereno, abierto y transparente sobre los propósitos finales de esa alianza militar.

3 comentarios:

  1. La mayoría de las personas toman medicinas solamente por los motivos que los médicos las recetan. Pero muchos las consumen con fines no medicos, y esto constituye un problema creciente y serio.
    Abusar de algunos fármacos con receta médica puede causar una adicción, como por ejemplo a sedantes y tranquilizantes, o a analgesicos. El problema esta en que los medicos y las farmacias recetan analgesicos para casi todas las enfermedades y esto es lo que genera una adiccion, ademas son pocos los que mandan receta medica.

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  2. En este momento la sociedad quiere vivir confortablemente, sin problemas ni dolores, quiere experimentar un sentimiendo de paz, plenitud, cada vez se esta volviendo mas exigente ,buscando la perfección y el buen vivir, las personas de hoy en día no aguantamos el dolor, el insomnio y el estress, y por esto tomamos medicina ,(analgésicos,tranquilizantes etc),que nos ayuden a controlar estos sintomas que se deben a la vida agitada, pero en casos extremos esta medicina se usa para evitar y eliminar cualquier tipo de dolor y sintoma de fatiga a como de lugar. Esto crea una adicción, así como lo causa la cocaina, y estas drogas aunque se ven inofensivas pueden llegar a ser mas peligrosas y crear mas dependencia que las drogas ilegales, porque precisamente, son legales, y las personas pueden adquirirlas facilmente. Por esto se debe implementar en los centros de salud y farmacias un acuerdo en el que esta medicina sólo se venda con preescripción medica y si es debidamente necesario. Solo asi evitaremos la adicción a las drogas licitas, que en un futuro pueden tornarse ilicitas.

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  3. La lucha contra las drogas puede tener ajustes, pero los principales enemigos que enfrenta la sociedad colombiana son las FARC donde el incremento en la cooperación es una estrategia de neutralización de esos peligros, la guerra contra la droga no ha surtido efecto en Colombia, así el gobierno trate de mostrar sus famosas estadísticas y a pesar de que sus ministros como Silva traten de mirar para otro lado, inculpando a nuestros vecinos de un problema que nosotros generamos.

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